La próxima década promete transformaciones notables en nuestra forma de vivir, fabricar, alimentar nuestros hogares y colaborar con máquinas avanzadas. Si bien la aparición de nuevas tecnologías siempre es una perspectiva emocionante, también conlleva responsabilidades y un cambio de mentalidad. Para 2025, podemos anticipar una mayor conciencia sobre los problemas relacionados con el clima, innovaciones más accesibles y una creciente integración de la robótica y la automatización en los procesos cotidianos. Desde la descentralización de la fabricación hasta la evolución a gran escala de las redes energéticas, y desde los avances en biotecnología hasta la siguiente etapa de la inteligencia artificial, los próximos años redefinirán muchos aspectos de nuestra vida personal y profesional.
Fabricación descentralizada
Una de las principales tendencias previstas para el futuro es el concepto de fabricación distribuida o descentralizada, cuya madurez se prevé para 2035. Históricamente, los fabricantes han dependido de grandes instalaciones centralizadas para producir artículos en masa y enviarlos globalmente. Sin embargo, se espera que los avances en fabricación aditiva (impresión 3D) y biofabricación revolucionen los procesos de producción. Este cambio permitirá la producción de diversos productos más cerca del punto de venta o incluso en los hogares de los consumidores. En lugar de esperar en un almacén el envío, algunos productos podrían imprimirse al realizar un pedido, lo que reduciría significativamente los plazos de entrega y el consumo de recursos.
Con la descentralización, podemos esperar ver esfuerzos para desarrollar una nueva generación de impresoras 3D y sistemas de fabricación más fáciles de usar, más fiables y capaces de producir artículos cada vez más complejos. El resultado no solo mejorará la sostenibilidad de la cadena de suministro, sino que también ayudará a reducir los residuos y las emisiones del transporte. Inicialmente, los artículos sencillos, a menudo especializados o personalizados, serán los candidatos más probables para la producción descentralizada. Los productos más complejos o altamente especializados podrían seguir requiriendo instalaciones centralizadas con equipos de expertos. Sin embargo, la implicación más amplia es que los entornos de fabricación tradicionales se ampliarán, ofreciendo tanto a profesionales como a aficionados la oportunidad de dar forma a los productos que utilizan. A medida que esta visión se materializa, en Progressive Automations prevemos un aumento en la demanda de soluciones de automatización compactas, que permitan a empresas y particulares programar, operar y solucionar problemas en celdas de fabricación autónomas más pequeñas.
Uno de los aspectos más interesantes de esta tendencia es su posible integración con los procesos biológicos. La biofabricación, por ejemplo, permitirá a las empresas producir materiales que antes se generaban mediante métodos petroquímicos de forma más respetuosa con el medio ambiente. La transición a procesos de base biológica para productos químicos y otros recursos industriales podría reducir la dependencia de los combustibles fósiles, lo que generaría importantes beneficios para el medio ambiente. Para 2035, estos procesos de biofabricación podrían eclipsar a los métodos tradicionales en términos de eficiencia y sostenibilidad.
Energía e Infraestructura Distribuida
La forma en que los hogares y las industrias generan y gestionan la energía también está en vías de cambiar radicalmente para 2035. Avanzamos hacia un futuro de sistemas energéticos distribuidos, en el que los hogares y los vecindarios generan su propia electricidad mediante paneles solares, aerogeneradores a pequeña escala u otras tecnologías emergentes. Sumado a la capacidad de almacenar el exceso de energía en sistemas de baterías, las redes energéticas locales podrían reducir la dependencia de las grandes redes centrales. En este enfoque estratificado, la red nacional serviría como una sólida columna vertebral, pero sistemas energéticos más pequeños y localizados ayudarían a suavizar las fluctuaciones de la oferta y la demanda y a crear soluciones energéticas más resilientes.
Un factor clave de este cambio es la automatización en tiempo real, que garantiza que la oferta satisfaga la demanda de forma económica y sostenible. Un software avanzado, guiado por inteligencia artificial (IA), optimizará la generación y el consumo de energía midiendo los patrones de uso con gran detalle. Por ejemplo, estos sistemas permitirán vender el excedente de energía solar a la red eléctrica durante las horas punta o gestionar la energía de forma inteligente en varios hogares. Algunas comunidades incluso podrían invertir conjuntamente en almacenamiento compartido de baterías o microrredes locales. Este enfoque fomenta la independencia energética a la vez que estabiliza el sistema en su conjunto. Para quienes implementan estos sistemas, las soluciones de Progressive Automations pueden integrar a la perfección la automatización de la gestión energética, optimizando así las operaciones diarias de las redes eléctricas locales.
Automatización y Robótica
El campo de la robótica, especialmente en la manufactura y la industria, se ha centrado tradicionalmente en máquinas que trabajan de forma aislada, realizando tareas repetitivas que requieren velocidad y precisión. Sin embargo, el futuro apunta hacia una colaboración más profunda entre los sistemas robóticos y los humanos, especialmente en tareas que se benefician tanto de la creatividad humana como de la precisión de las máquinas. Para 2035, los robots ya no estarán atados a una única operación predefinida. En su lugar, podemos esperar máquinas diseñadas para adaptarse a tareas cambiantes y aprender continuamente de su entorno.
Aunque algunos usuarios prefieran brazos robóticos sencillos programados para realizar tareas repetitivas con mínima intervención, existe una creciente demanda de robots más sofisticados que interactúen con los humanos. Estos robots colaborativos, o "cobots", se basan en diseños, sensores y algoritmos más seguros que les permiten operar en conjunto con las personas. Entregan materiales, identifican errores de producción en tiempo real e incluso asisten en procesos de ensamblaje delicados, todo ello sin necesidad de estar confinados tras barreras de seguridad. Con el tiempo, podrían surgir robots humanoides más avanzados, aunque aún está por verse hasta qué punto se integrarán en entornos cotidianos.
Además, los sistemas de automatización combinarán la precisión mecánica con la toma de decisiones basada en IA, lo que permitirá a estas máquinas resolver nuevos problemas sin necesidad de una reprogramación exhaustiva. Al analizar los datos de los sensores, el comportamiento de las máquinas y la retroalimentación del operador en tiempo real, los robots de producción evolucionarán para ser más autónomos. Ya sea en un almacén con mucha actividad o en un laboratorio especializado, estos robots funcionarán menos como máquinas de un solo propósito y más como compañeros de equipo flexibles. En Progressive Automations, esperamos que nuestros dispositivos de control de movimiento se integren en estas versátiles soluciones robóticas, reforzando la precisión y la eficiencia en innumerables industrias.
Evoluciones de la biotecnología
La biotecnología ha estado presente durante décadas, y si bien se han logrado avances significativos, se cree que este sector alcanzará su máximo esplendor en los próximos cinco a diez años. Muchos expertos predicen un gran auge en la biología de la ingeniería, que nos permitirá cultivar ingredientes y materiales esenciales. Las células pueden programarse, como si fueran software, para sintetizar proteínas o compuestos específicos, reemplazando los antiguos métodos petroquímicos por procesos más ecológicos. Al capitalizar la biofabricación avanzada, la producción de productos como gas, plásticos y otras materias primas podría transformarse radicalmente, reduciendo nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
Más allá de la fabricación industrial, los avances biotecnológicos también podrían expandirse a la producción de alimentos, la medicina y la resiliencia climática. Por ejemplo, las técnicas que permiten el cultivo a gran escala de células madre —potencialmente, algún día, más rentables y eficientes en el uso de recursos que los métodos actuales— reflejan la rápida evolución de las actitudes hacia las soluciones sostenibles. Científicos e ingenieros también están desarrollando estrategias para diseñar bacterias que secuestren carbono y descompongan contaminantes. Si estos esfuerzos continúan a buen ritmo, podríamos presenciar un nuevo estándar en los procesos de limpieza ambiental.
Las implicaciones económicas y ambientales a largo plazo son significativas. Una biotecnología más accesible puede crear productos novedosos que no solo compiten con los materiales tradicionales, sino que los superan en sostenibilidad y funcionalidad. Progressive Automations prevé que, con futuras soluciones biotecnológicas, la fabricación podría avanzar hacia una mayor integración con las cadenas de suministro locales, reduciendo drásticamente las emisiones del transporte y el consumo de recursos. Estos cambios complementarios respaldan el concepto más amplio de fabricación distribuida, en el que los procesos mecánicos y biológicos pueden coexistir para lograr una producción verdaderamente sostenible.
El surgimiento de la IA avanzada
La inteligencia artificial ya ha impulsado profundos cambios en sectores que abarcan desde las finanzas hasta el comercio minorista. Sin embargo, los expertos creen que en la próxima década, la IA podría pasar de aplicaciones exitosas pero limitadas a una inteligencia más generalizada. Estos sistemas pueden aprender más rápido que el software convencional, adaptarse a nuevas tareas con mínima reconfiguración y mostrar un razonamiento más similar al humano. A medida que estos modelos de IA a gran escala se vuelven más accesibles, la sinergia entre la analítica basada en IA y la maquinaria de vanguardia impulsará todo el ciclo de vida del diseño, desarrollo y distribución de productos.
El debate sobre la Inteligencia Artificial General (IAG) —sistemas de autoaprendizaje capaces de generar información y realizar tareas en múltiples dominios— ha seguido evolucionando. Si bien el cronograma y el ritmo de los avances en IA siguen siendo inciertos, los próximos cinco a diez años podrían presenciar un progreso acelerado en campos como la computación cuántica, la biología de la ingeniería, la gestión energética, la logística y la producción. Se espera que este cambio genere enormes mejoras en la eficiencia, la conservación del medio ambiente y la calidad de vida en general. En el sector manufacturero, la IA podría permitir la asignación de recursos en tiempo real, la previsión de la oferta y el ajuste automático de las líneas de producción para reducir el excedente o el desperdicio. En los sistemas energéticos, la optimización impulsada por IA ajustaría el consumo, la generación y el almacenamiento, creando una interfaz más fluida entre las redes locales, regionales y nacionales.
Sinergia entre sectores
El motor de estos desarrollos es la sinergia entre industrias. A medida que la robótica, la IA, la biofabricación y los sistemas de energía distribuida avanzan, lo hacen de forma interconectada. Por ejemplo, la robótica puede ayudar a gestionar el ensamblaje y la inspección de laboratorios de biotecnología avanzada, lo que permite entornos precisos y estériles. Los procesos de biofabricación pueden combinarse con sistemas locales de energía solar y eólica para mantener las operaciones neutras en carbono. Las herramientas de gestión basadas en IA pueden proporcionar un nivel de optimización que garantiza que cada segmento funcione en sintonía.
Imagine un vecindario donde paneles solares, pequeñas turbinas eólicas y baterías de almacenamiento locales están conectados mediante sofisticados controladores, optimizando la generación de energía casi en tiempo real. Simultáneamente, las impresoras 3D domésticas podrían producir bienes cuando se necesiten. Mientras tanto, los módulos biotecnológicos integrados podrían generar productos químicos orgánicos sin la contaminación típica de las refinerías petroquímicas. En este escenario, los robots transportan materias primas entre las áreas de almacenamiento y fabricación, mientras que una IA avanzada orquesta cada paso, reduciendo las ineficiencias y el impacto ambiental. Todo se convierte en una danza armoniosa de productividad y sostenibilidad.
En Progressive Automations, visualizamos nuevos sistemas de automatización tanto para procesos industriales a gran escala como para la producción local. Nuestra función es desarrollar hardware fiable que pueda interoperar con software avanzado, garantizando una fácil integración para clientes de todos los tamaños, desde pequeñas empresas que comienzan a explorar la fabricación a medida hasta grandes empresas que reimaginan toda la estructura de su cadena de suministro. Los avances tecnológicos que se avecinan exigen soluciones versátiles, intuitivas e integradas. Esta sinergia entre sectores nos orienta hacia un futuro que no solo aprovecha los avances científicos, sino que también lo hace teniendo en cuenta la sostenibilidad, la seguridad y la accesibilidad.
Preparándose para el futuro
A medida que convergen la manufactura, la generación de energía, la automatización y la biotecnología, tanto empresas como particulares deben prepararse. Para las empresas, será crucial adoptar sistemas flexibles que puedan escalar rápidamente. Estar al tanto de las tendencias emergentes de diseño y procesos les permite invertir en el equipo y el software adecuados en el momento oportuno. Quienes gestionan la producción o la cadena de suministro deben estar atentos a la expansión de los métodos de fabricación locales y distribuidos, asegurándose de mantener su agilidad y adaptarse a las nuevas demandas de velocidad y personalización de los consumidores.
Mientras tanto, para las personas, el inminente auge de la fabricación descentralizada supone nuevas oportunidades para el emprendimiento y la personalización. Los ciudadanos pronto podrán utilizar la fabricación aditiva para crear o modificar piezas y productos específicos a una fracción de los costes tradicionales. Esta capacidad reduce las barreras a la innovación y fomenta la creatividad. Lo mismo ocurre con los sistemas energéticos locales: instalar paneles solares en tejados y soluciones de baterías ya no tiene por qué ser una visión abstracta, sino una forma de obtener cierto grado de independencia de las redes eléctricas principales y, al mismo tiempo, reducir la huella de carbono. Estos cambios se basan en las continuas mejoras en la automatización doméstica, un área en la que Progressive Automations se esfuerza por ofrecer excelentes soluciones de control de movimiento, actuadores y sensores que los usuarios habituales puedan instalar fácilmente.
No se debe pasar por alto la planificación cuidadosa, las consideraciones éticas y los nuevos marcos de políticas necesarios. A medida que la IA y la robótica avanzan rápidamente, la sociedad se enfrentará a interrogantes sobre el uso de datos, la transparencia algorítmica, el desarrollo de la fuerza laboral y el acceso equitativo. Los robots colaborativos que aprenden sobre la marcha tienen un enorme potencial, pero deben regularse cuidadosamente para proteger la seguridad de los trabajadores. Los sistemas casi autónomos basados en IA que gestionan redes eléctricas locales o coordinan tareas de fabricación distribuida requieren medidas robustas de ciberseguridad para frustrar ataques maliciosos. Los reguladores, las instituciones académicas y los líderes de la industria podrían necesitar colaborar más que nunca para guiar la expansión responsable de estas fronteras.
En definitiva, los próximos cinco a diez años ofrecen tanto posibilidades emocionantes como nuevas responsabilidades. A través de la automatización, la tecnología avanzada, las redes eléctricas locales y la biotecnología, podemos vislumbrar un futuro en el que la fabricación se vuelve más personal, la energía se democratiza más y la tecnología se convierte en un compañero responsable en lugar de una herramienta distante. En Progressive Automations, celebramos este potencial y mantenemos nuestro compromiso de aportar soluciones que mejoren tanto la eficiencia como la sostenibilidad. Ya sea una pequeña startup que fabrica productos personalizados en un taller o una gran planta industrial que perfecciona procesos de producción avanzados, cada actor de este ecosistema tiene una pieza clave en la construcción de un futuro más limpio, inteligente e inclusivo.
El mundo después de 2025 podría parecer más descentralizado, menos dependiente de los combustibles fósiles y mucho más atento a las necesidades de las personas y del medio ambiente. La fabricación distribuida, las redes energéticas estratificadas, la robótica colaborativa, los avances biotecnológicos y la próxima iteración de la IA nos ayudarán no solo a explorar nuevas fronteras de mercado, sino también a abordar desafíos urgentes como el cambio climático, la escasez de recursos y la igualdad de oportunidades global. Al acoger estas posibilidades emergentes de forma reflexiva y responsable, podemos impulsar una era en la que la tecnología nos permita vivir mejor, preservar nuestro planeta y generar un impacto positivo genuino para las generaciones futuras.